Los frascos goteros sirven múltiples propósitos: dispensar aceites esenciales para difusores de aromaterapia, aplicar sueros faciales con precisión, almacenar aceites de belleza caseros y envasar formulaciones profesionales de cuidado de la piel. Su diseño higiénico los hace ideales para productos que requieren una aplicación controlada y una contaminación mínima.