Muchas empresas utilizan frascos de vidrio esmerilado con tapas de metal ya que crean una buena imagen para el producto que se vende. El contenido está protegido y los frascos de vidrio son estéticamente agradables cuando se combinan con tapas de metal resistentes. Estos frascos tienen una amplia gama de aplicaciones, como cosméticos, productos alimenticios, velas y muchas más, adaptándose a los diferentes gustos y preferencias de los consumidores. En conjunto, estos factores aumentan su preferencia en mercados extranjeros, ya que el énfasis está en la calidad de los productos terminados y su apariencia.